25 de diciembre de 2009

Sobre la autora

Nací un día 11 de abril y, desde pequeña he sido un "culo inquieto", en todos los sentidos de la palabra... De hecho, mi primer encontronazo con el Hábitat, fue un auténtico "encontronazo", cuando con poco más de 1 año, me arrojé desde un carrito al suelo de la sección de iluminación del Continente...Eso sí, nadie puede negar que caí toda iluminada...

Desde entonces, debería haberme dado cuenta cómo los candelabros de plata con velas rojas que había en mi casa me observaban implacables en mis quehaceres diarios, y cómo las mesas de madera toscas, el mueble-bar gigante del salón y los colores ocres del estilo setentero, me acompañarían a lo largo de toda mi niñez.

Entre mis recuerdos de la infancia también están los pupitres verdes escolares, las botas de agua negras, rojas o azules; el olor que desprendían las hojas de los árboles cuando se topaban con los charcos del suelo y una profesora con una radio en el aula que relataba el inicio de la Guerra del Golfo... Todo esto en un colegio progresista ochentero, que tenía como anexo uno de esos edificios tan modernos, sí... era... "prefabricado".

De todas formas, yo prefería la casa de mi abuela, con techos altos, cortinas interminables, patios en el centro con flores, muebles de mimbre y peinadoras de tonalidades oscuras.

Continuaré...

"El Hábitat es el decorado de los recuerdos de nuestra vida".

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